En 1567, un buque a italiano naufragó en el río de la Plata y pereció toda su tripulación excepto el capitán, quien ha bía hecho una promesa de penitencia y oración por treinta años si se salvaba.
Más tarde remontó el el río Uruguay en una chalupa. Al llegar a este cerro, apoyó su bastón en una piedra y de ella brotó agua.Lo tomó como una señal para perma necer allí, y se quedó para siempre, dedicándose a la penitencia y a la evangelización de los lugareños.
En la modesta capilla que construyó para si guardaba imágenes sagradas, entre las cuales había una de Nuestra Señora del Huerto. En el sitio donde brotaba agua plantó una cruz. Así la vivió el capitán. Hoy, en el camino entre la cruz y la ermita, hay un Vía Crucis construido.
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